Ayer pasé uno de esos días que disfruto. Y todo fue por la lluvia. Hacía tiempo que no llovía así. De esos días que te levantas, y ya antes de mirar por la ventana, la luz que se filtra entre las cortinas te avisa de que el sol no ha salido. Que hoy es un día gris. Pero no con esa connotación tan negativa del gris, un gris de esos que traen en volandas el otoño y que inundan el aire con su atmósfera de cambio. Cambio de temperatura, cambio de estación, cambio de vida. Y sí, me encantan estos días. Dejar la ventana abierta, aunque entre un poquito de frío, para oír el sonido de la lluvia.
Me doy cuenta de que siempre me han gustado los cambios de estación y en el fondo, de que me gustan los cambios. Los cambios, eso que hace girar el mundo. Para mí no es el dinero, como muchos creen, para mí lo que hace girar el mundo son los cambios, continuos, inminentes, inevitables, repentinos a veces, otras no tanto. La continua transformación de las cosas. Es donde más se puede sentir la vida, la fuerza de la vida en sí mísma, sin artificios, no hacen falta. Y todo fue por la lluvia.
some people feel the rain other just get wet
FOTO: Anne-Marie Weber
Qué lindo post.
ResponderEliminarBss
la capacidad de producir cambios en uno mismo... eso da una fuerza increíble... tanta como el olor a tierra mojada... ¡feliz fin de semana y por muchos cambios evolutivos!❤
ResponderEliminarUna reflexión preciosa! Bonito post!
ResponderEliminarBss y feliz finde!
Muy bonito lo que dices. Me gustan los cambios, me suelo adaptar fácilmente a las nuevas situaciones y creo que siempre tienen su lado bueno del que podemos sacar algo positivo.
ResponderEliminarBesos
A mí me encantan los días de lluvia! Y que me dices de su olor!!!!! Besos y feliz lunes
ResponderEliminarComparto contigo la pasión por la lluvia. Me encanta el olor a tierra mojada y el frescor que deja que sobretodo se agradece en estas fechas.
ResponderEliminarBesos.